viernes, 29 de mayo de 2009

VIERNES DE BORRACHOS

Hoy fui a comprar unos nachos a un supercito rápido y el mentado supercito de rápido no tenía ni la jota. Tardé más que si hubiera entrado en el Walmart más grande en día de oferta... Pero ¿había mujeres comprando tampones? ¿Algún pañal olvidado? ¿Pastillas de vitamina C para prevenir la influenza porcina? No, no, no y... ¡No! Me sorprendió que en el socorrido supercito (al que nunca voy porque todo es cariiiiiisimo) estuviera atestado de HOMBRES, muchos hombres, DEMASIADOS HOMBRES y no era una manifestación gay, que es donde yo he visto más especimenes másculinos reunidos, no, era una manifestación del vicio más acentuado de mi ciudad: El supercito estaba lleno de BORRACHOS.
Y no eran como los teporochitos que andan por las calles, no, eran hombres de todos tamaños, colores y sabores, algunos muy jóvenes, otros my guapos, unos con lana y otros que sí parecían borrachos, pero todos que muy gustosos habían recibido su cheque de los viernes y se disponían a gastarlo con otros hombres empinando el codo. Comprando cerveza, téquila, vodka o lo que sea. Emborrachándose.
Esa imágen me puso a pensar, sobre todo porque me sentí fuera de lugar, todos preparándose para la farra y yo comprando Nachos, ¿a quién se le ocurre comprar nachos a las 7 de la tarde de un viernes? Obviamente a una rarita como yo. Y bueno, tuve mi buena media hora en la caja para meditar, entonces recordé que es quincena, eso tiene más sentido, porque aunque no hay partido ni elecciones ni ningún otro pretexto estúpido para ponerse bien pedo, pues el simple hecho de haberse aguantado 15 días sin pistear parece suficiente para la mayoría de la población masculina.
Pero luego pensé en Ciudad Juárez, en este desgraciado desierto no hay básicamente nada que hacer que te permita integrarte a un grupo más que el alcohol. Y eso nos lo enseñan desde chiquitos, desde jovencitos con las mentadas tardeadas, donde los jóvenes van a todo menos a bailar, luego ya puedes entrar a los antros y de esos sí hay muuuuuchos en Juárez, y cómo la música siempre es tan alta y a casi nadie le gusta bailar pues a pistear.
En esta frontera no hay casi discotecas, solo bares, cantinas y más recientemente centros de apuestas. Ahora entiendo porque los hombres más ricos de la región no invierten en un museo, en sitios de esparcimiento sano para los niños y jóvenes y el porque de la complicidad y abulia de los gobiernos: SE GANA MUCHO CON EL ABURRIMIENTO Y LA FALTA DE OPCIONES DE LOS JOVENES. Además claro, del plus que nos brinda tener entretenida a la población joven en alcolizarse para olvidarse de lo que sucede a su alrededor y tener una sensación de escape de la realidad que les hace creer que no pueden hacer nada más que olvidar, en lugar de modificar, crear, o construir su mundo.
Y no crean que soy una mojigata, nel, yo me he puesto bien pedooooota también un par de veces en mi vida, y con téquila, hasta que no te acuerdas de lo que pasó y vomitas y te arrastras por el piso como araña. Lo he hecho, pero honestamente, no le encuentro mucho la gracia, no le veo el caso, si para ser deshinibida o alegre o picarona no necesitas el permiso del alcohol, al menos yo no, a mí me gusta asumir por completo la responsabilidad de lo que hago: Sí bese a ese guey porque me dio la gana y no estoy peda ¿y qué?.
Me parece una crueldad lo que hacen con el motor de nuestro país, los jóvenes, me parece que nos dejamos llevar demasiado fácil por las circunstancias, ojalá que los jóvenes tuvieramos más agallas para determinar lo que queremos y luchar por ello en lugar de empinarnos una botella para vivir por instantes en un mundo irreal, al que luego vamos a ir a vomitar al escusado. ¿No creen?

2 comentarios:

Juan Carlos Esquivel Soto dijo...

Jajaja
No digas eso, porque tus comentarios DENIGRAN la imagen de la ciudad, jajaja.

Ya en serio, yo tampoco me hice borracho tomando rompope con las monjitas. Sí me gustaba salir de antro y todo, pero como dices, para divertirte no es necesario ponerse hasta atrás.

Creéme que si yo fuera capitalista, invertiría en unos estudios de cine para darle diversidad a la economía de la ciudad. Me repatea que los empresarios locales no sepan invertir en otra cosa que no sea naves industriales.

Saludos

Liza Di Georgina dijo...

Hay tantas cosas que podrían hacerse en Juárez, pero lo triste es que los que tienen dinero no quieren y los que quieren no tienen dinero... :(
Y lo feo del caso es eso, que hacen maquiladoras que dan empleos pero que son empleos idiotizantes, aun así, las personas se conforman porque es: o eso, o nada. Y hay que comer... en fin.
Si yo me sacara la lotería... creo que tendré que empezar a comprar boletos jejejeje.
Saludos. :)

 

©2009 Liza Di Georgina | by TNB