martes, 29 de septiembre de 2009

JOSE WISSSSSSSSSSSSSSSSSS

lunes, 28 de septiembre de 2009

SOON

I always say I will start living like a mad woman,
caring only about my self,
doing only what I want,
without regrets nor ties,
as if every second were the last:
travel the world searching for dreams, love, sex, everything with excess.
But I always come to the same conclusion:
Tomorrow.
And at 33, that tomorrow hasn´t come so far.
***
Siempre digo que comenzaré a vivr como desquicida,
preocupandome sólo por mí,
haciendo lo que me venga en gana
sin ataduras ni remordimientos,
tal como si cada segundo fuera el último:
aventuras, amor, viajes, sexo, locura, excesos, desenfreno, ahhh.
Pero, siempre terminó por convencerme,
¡que lo haré! ¡Sí!
Pero mañana.
Y a mis 33, ese mañana aun no llega.

domingo, 27 de septiembre de 2009

OVER










And when the sadness is over
what would I have left?
Where your hands,
your hips,
your lips,
your words,
our world,
our faith,
my dreams
would be?
There will be nothing to hold on,
nothing to stop falling
constantly
into the endless hole
of nothing.

jueves, 24 de septiembre de 2009

POKER

Entre tu y yo
nunca hubo sábanas.
Lo nuestro era un juego
de poker de piernas,
tú escondías tus deseos
mientras yo mostraba mis cartas
abiertas di amantes:
diamantes y corazones.
Y aunque finjiamos no amarnos
ambos sabíamos
lo que escondía nuestra mirada,
en ese incesante intento
por ganarnos el alma.

EL CATALEJO


Elias tomó el catalejo con ansias, y lo sostuvo entre sus manos. Era la oportunidad perfecta para evitar todos sus errores, mirando con el magico artefacto podría escudriñar como sería su vida con cada una de sus desciones.
Cada visión del catalejo le decía lo que sería su futuro, si hacia esto o no hacia aquello, si lo engañaría Lorena, o si al cruzar la calle lo atropellaría un tranvía, ¿qué debía estudiar?, ¿a qué trabajo aplicar?, ¿qué boleto de la lotería comprar para ser millonario?.
El catalejo era el mapa preciso para tener una vida perfecta, sin dudas, sin errores, sin sufrimientos, sin sorpresas inesperadas.
Avido y con las manos temblorosas Elias lo vio todo, mientras se sentía el hombre más afortunado de la tierra.
Su mirada al futuro le dio todas las respuestas que jamás pensó encontrar y aunque las opciones a elegir eran infinitas, ahora su vida no tendría margen de error.
Y cuando Elias terminó de escudriñar el mapa que lo llevaría a esa vida perfecta se fue a casa, para tumbarse en un sillón a morirse de aburrimiento.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

LA PREGUNTA

Y ustedes ¿que opinan? ¿En realidad creen que exista algo más allá después de la muerte? ¿O esas ideas del cielo y la eternidad son tan sólo una proyección de nuestros egos que no quieren creer que somos sólo un pedazo de masa que inevitablemente se desvanecerá?

martes, 22 de septiembre de 2009

PROMESAS

Yo prometí que te cuidaría siempre,
que estaríamos juntos,
que nos amaríamos toda la vida.
Pero mis brazos no fueron suficientes
para contener tu vida,
y un día nos alejamos sin más,
abandonandolo todo
abandonandonos al abandono.
Uno nunca sabe que tanto ama a alguien
hasta que es demasiado tarde,
ambos lo sabemos.
Y así,
en silencio,
en un suspiro amargo
todas las promesas que no cumplimos
dolerán por siempre.

...


domingo, 20 de septiembre de 2009

RESURRECCIÓN

El día es tan largo
y las personas tan ajenas,
tan impermeables a mi dolor,
a la invisible pérdida de mis entrañas,
a la inevitable destrucción de mi espíritu.
No puedo entender
¿cómo todo permanece inmutable
mientras tú ya no estás?
¿Cómo esas manos que eran tan mías
nunca más me volverán a tocar?
Esperaré impaciente el día final
de la resurrección,
sin miedo,
y sonreiré al verte llegar
con los brazos abiertos,
como siempre,
hacia mí.

...


NUNCA

¿Cómo se olvidan 1 millón de sueños,
80,000 conversaciones con las manos entrelazadas,
1,460 días,
las tardes cuando teníamos 15,
mi primera vez,
a mi mejor amigo,
y la promesa de envejecer juntos?
¿Cómo se recupera el alma
cuando te la destrozan una noche
lejos de casa
con balas calibre 9?
¿Cómo confiar en la eternidad
si la justicia divina
se fue hace mucho de este maldito desierto?
¿Dónde estás?
¿Me escuchas cuando pronuncio tu nombre?
¿Puedes verme cuando sollozo?
¿Dónde estás?
¿A dónde te fuiste tú y todo lo nuestro?
¿A dónde te llevaste todos los recuerdos,
minutos, orgasmos, miradas cómplices, risas,
las noches abrazados y tus manos?
¿Dónde estás?
¿Dónde estas?
¿Y sobre quién pongo estas lágrimas
que no se acaban?
Y que nunca se van a acabar,
Porque yo nunca voy a olvidar.

viernes, 18 de septiembre de 2009

ESTA VA POR TI JOSE LUIS

EL HUECO

Su grupo favorito era U2, siempre tenía las manos calientitas y se comía las uñas, tenía una risa contagiosa y siempre estaba de buen humor. Jamás le hizo daño a nadie, era noble, amable y sencillo. Se parecía a Joe Jonas pero con el pelo chino, se parecía a Joe Jonas...
No tengo ninguna foto suya, pero aun puedo verlo, oirlo, sentirlo en mi mente, como si estuviera frente a mí.
Él era mi amigo de los tiempos de la prepa, mi primer novio, él era muchas cosas.
El miércoles pasado lo mataron, estaba en un bar con sus amigos y lo mataron.
Yo aun no puedo creerlo, uno ve la violencia como unos numeros en la tele, en los diarios, en cualquier conversación casual.
Hoy esos numeros tienen una cara: José Luis, mi amigo.
Hoy siento un hueco en mi estómago que nada podrá quitarme jamás, unos hijos de puta lo mataron un miercoles en la madrugada, y yo lo extrañaré siempre.
Nadie dirá nada, no habrá detenidos, motivo ni culpable, como en los miles de asesinatos que han ocurrido en esta ciudad masacrada.
Nadie dirá una palabra, nadie sabrá que José Luis quería ser piloto y que tenía las manos gorditas, que una vez se puso un arete en la oreja para hacerme feliz y que se parecía a Joe Jonas, pero más simpatico.
Nadie sabrá que ese miércoles le mataron el alma a mucha gente, le mataron los sueños a mucha gente, nadie sabrá que yo aun creo que lo voy a ver por cualquier esquina, y que daría cualquier cosa por volver el tiempo atrás para que estuviera vivo, riendose y diciendome: Canta como Edith Marquez, anda. Cantas igualito!
José Luis era muchas cosas en mi vida y el dolor que siento por su perdida es inexplicable...

sábado, 12 de septiembre de 2009

EL ÁNGEL

Broken angels...
Broken dreams.
LDG

Esteban no puede creerlo, ¿cómo es que esto le pasa a él? Él que había sido un escultor toda su vida. ¿Cómo demonios es que termina con un cincel en el vientre y tirado en el suelo sobre un charco de sangre que se esparce cada vez más sobre el parquet?
Todo había empezado de la manera más inocente. Estaban eligiendo el trozo de alabastro que había viajado desde Toscana sólo para él. Normalmente hubiera elegido el más bello, el más grande, o simplemente el que tuviera un aspecto más especial. Pero esta vez eligió una pieza distinta, eligió una simple, llana, grotesca y casi inservible.
-Probaré mi talento como escultor haciendo de este horrible pedazo de nada, la escultura más deliciosa –Pensó para sí el artista.
Los empleados llevaron la pieza al taller y Esteban se preparó para hacer el encargo del pomposo Cardenal Vicencio.
-Esteban ¿acaso no estoy pagando suficiente como para que uses granito, mármol o al menos cantera española? –Preguntó el sagrado hombre entre inocente e insultante.
-Esta es especial – Se limitó a contestar Esteban.
-Especialmente fea, por supuesto –Esteban guardó silencio mientras sus manos continuaron esculpiendo. El Cardenal se percató de la molestia de su interlocutor y recapituló. –En fin, tú eres el artista, no me decepciones Esteban.
Esteban era uno de los escultores más conocidos de la región, y a pesar de que su carácter no era el más dócil a sus cuarenta y tantos, sus clientes aceptaban sus exabruptos porque era el mejor.
Conforme pasaron los días y las manos de Esteban sobre el inservible pedazo corrupto de alabastro, empezó a rebelarse una figura cada vez más definida: un rostro, unas manos delicadas, unos rizos espesos, una túnica y unas alas rotas.
-Será especial –se decía el escultor a diario.
Sus habilidades nunca antes se habían puesto tan a prueba para luchar contra cada imperfección, contra cada falla de la pieza.
-Esa escultura no me gusta –murmuraban todos los ayudantes en el taller cuando Esteban no miraba.
El escultor estaba a punto de terminar con las facciones del ángel de alas rotas. Estaban era el mejor para los rostros. Incluso usó sus propias uñas para darle forma, las que se rompieron por la presión dejando unos ligeros hilos de sangre sobre la pieza.
El escultor pasaba el día y la noche en el taller durmiendo frente a su obra inconclusa, mientras las semanas y los meses se le escurrían entre los dedos.
Cuando el Cardenal Vicencio llegó a recoger su pedido y vio al ángel montó en cólera.
-Pero ¿qué es esto Esteban? ¡Explícame! ¿Qué significa esto? –le inquirió enfadado.
-Aun no está terminada.
-¡Y nunca lo va a estar! ¡Esto debe ser una broma o un insulto! ¡Mira nada más esta monstruosidad, te pedí un ángel no un engendro del abismo!
-Es un ángel.
-Es un monstruo, ni el mismo Satán lo aceptaría en el infierno ¿cómo piensas que voy a llevar esto a mi iglesia? ¿Acaso estas demente?
-¡Es un ángel, y es mi mejor obra! –gritó Esteban –Y si no le gusta ¡puede largarse de aquí!
El Cardenal salió del taller cancelando el pedido a Esteban, quien se había quedado solo y sin dinero a causa de la demora en la obra. Sus ayudantes se habían ido poco a poco, unos por falta de pago y otros porque pensaban que el escultor había perdido el toque o la razón en ese espantajo que construía.
-Es un ángel –murmuró Esteban que se negaba a desistir en lo que él consideraba la mejor prueba de su talento como artista: el convertir a la pieza más horrible en una obra de arte única.
Doce meses pasaron mientras Esteban seguía dejando su sangre y su vida en finalizar el rostro de su ángel. Doce meses en los que había sobrevivido gracias a la misericordia de Gumara, la tendera de al lado a quien una vez, que ya ni recordaba, le regaló la escultura de un conejillo, y quien le llevaba un plato de comida a diario.
-Don Esteban, no me lo tome a mal, pero, yo creo que esa cosa no se va a arreglar nunca, y no es culpa suya, la piedra estaba mala, maldita, viene de mala semilla. ¿Por qué no la deja de una vez? –le dijo la mujer en tono maternal, y sin esperar respuesta se retiró. Esteban se embebió en esas palabras y sufrió por dentro al sentir que había fracasado, pero sabía que Gumara tenía razón.
Esa noche no tocó a la escultura, se limitó a mirarla y a llenarse de impotencia. Tal vez había cosas que no tenían arreglo, tal vez había piedras que no habían nacido para ser ángeles.
Esteban tomó el cincel enfurecido para golpear con fuerza el alabastro, y justo cuando el acero rozaba a la roca, el ángel extendió su brazo para sujetar a Esteban y arrancar la herramienta de su mano.
El escultor quedó paralizado ante la visión, pero luego sintió como su vientre se reblandecía mientras el cincel lo penetraba.
Esteban cayó al suelo y su sangre comenzó a esparcirse sobre el parquet, ante la mirada incrédula del artista.
-No puede ser… Tú –murmura Esteban mientras se incorpora. –No puede ser –el ángel le lanza una sonrisa siniestra.-¿Por qué? –le reprocha Esteban.
-Por haberme arrancado a pedazos el rostro durante todos estos meses, por querer hacer de mí algo que no soy.
-Eres una escultura, yo quería hacer de ti el ángel más bello de todos los tiempos.
-Yo no soy un ángel, nunca lo fui. ¿Qué estas ciego? ¡Mírame! Soy un demonio, ¿no lo ves? Y tú, tú eres un iluso por pensar que tu vida, tu tiempo, o tu talento podrían cambiarme.
-Yo te hice.
-Tú no me hiciste, tú sacaste lo que había dentro de mí, guardado en esta piedra asquerosa. –El ángel intentó bajarse del pedestal –Y ahora finalmente soy libre de hacer lo que mi naturaleza me pide.
Esteban se interpone en su camino mientras se desangra lentamente.
-Yo te hice -le recrimina.
-Eso no importa.
-Yo te hice. Y también yo te puedo destruir –Alargando su brazo Esteban blande un mazo de la mesa vecina, y en un golpe certero sobre el cuello, le arranca la cabeza al demonio blanco, esparciendo los pedazos de alabastro por toda la habitación. –Y sábete, que no te destruyo por malvado, porque la maldad existe en todas partes, sí te rompo en mil pedazos es por malagradecido.
 

©2009 Liza Di Georgina | by TNB