miércoles, 22 de abril de 2009

PALABRAS



Tus palabras rebotan en mi lengua
como las llaves húmedas de un puerta prohibida.
De dos amigos que han decidido ser amantes
al mirarse a los ojos
y descubrir
que sus dos lujurias son almas gemelas
de otra vida, de otra vida,
de esta vida.
Incéstame en un cuarto barato de hotel,
en un cuarto menguante,
porque me falta todo y tu haces que la maldad no me alcance.
Porque te largas como todos:
en el invierno.
Me dejas el frío y dos hojas de un árbol muerto
que se pudren en soledad.
¿Sabías tú que todo se pudre si lo toca la soledad?
No me pidas que te deje ir,
te lanzo una blasfemia cuando me besas la frente.
Cuando alguien ama no sabe de razones,
no entiende de la vida,
no me pidas comprensión
y no me preguntes
¿porqué demonios uso la palabra amor?
Tú lo debes saber,
soy un alma enajenada,
destazada por su propia pasión.
Amar para mí es el ejercicio insufrible de recobrar el aliento,
beberme la vida,
devorarme las entrañas,
y las de todo aquel que tenga cerca.
Pero tú te vas.
Llevate mi fuego,
que te queme allá,
lejos,
porque yo aquí,
no les guardaré luto a tus palabras.

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©2009 Liza Di Georgina | by TNB