sábado, 17 de octubre de 2009

CEMENTERIO DE AVIONES (I)

Tú no estás, y por Dios que no puedo explicarme como el mundo sigue girando, como este ovalo diminuto en el universo no se detiene y nos arranca a todos de tajo hasta llevarnos a la nada donde tú estás...
¿Cómo empezó? No sé, todo nuestro tiempo junto es ahora como las piezas de un enorme vitral que se me caen encima, y se me clavan hondo, y no se van.
Tú eras el muchacho, el amigo de mis amigos, el chico guapo que parecía chico malo. Con tus ojos negros y un poco tristes, con tu boca redondita y esa sonrisa que te arrancaba un suspiro, ¡tan guapo! Seguro que los Jonas Bothers no eran todavía ni unos mecos en ese entonces, pero tú ya eras adorable, con tu cabello rizado y esa sonrisa a medias cuando te mordías el labio (labio que co gusto te hubiera ayudado a masticar).
Tan hermoso, ¿quién coños no se iba a enamorar de ti si eras de lo más guapo?
En tu casa te decían Wicho, pero a mi me caaagan los apodos, y siempre te dije José Luis, aunque me tardara más JOSE LUIS. Que bien lo ameritaban esos rizos negros el que mi lengua se enredara un poco más por pronunciar tu nombre: José Luis.
Una noche estabas afuera de la casa de mi amiga Myrna. Pasaste con tus pantalones de mezclilla negros y rotos, muy a la rocker de principios de los 90´s.
Los dos teníamos 15.
Llevabas una carreola con la bebé más hermosa del universo, era igualita a ti, con sus ojos dulces, su nariz chatita y la boca redonda y gordita.
-Es mía -dijiste- no la toquen, es mi hija.
-Uy que adelantadito -pensé yo.
Myrna y Lupita (la vecina acoplada de 12, que estaba estupidamente enamorada de ti) no te creyeron.
-Ay ya, es mi sobrina Estefania.
¡Cómo querías a esa niña!
La verdad es que me gustaste mucho desde entonces, pero tú no te juntabas con nosotros, porque eramos más aniñadas, no sé, como que tú eras diferente, algo despistado, como que andabas en otra cosa, la verdad, jamás pensé que me fueras a hacer caso, no me mostrabas el más mínimo interés, pero era natural, yo tan normalita y tu taaaan lindo hasta el suspiro.

2 comentarios:

Migue dijo...

Las historias verdaderas a veces son las mejores. Como esta.

Liza Di Georgina dijo...

Que lindo migue... besos. :)

 

©2009 Liza Di Georgina | by TNB