sábado, 16 de febrero de 2008

LA CAZADORA

En la aldea la miraban sorprendidos, por años ella había sido “la loca” del pueblo, primero porque estaba empeñada en hacer la labor de un hombre y segundo porque salía todas las mañanas más allá de la tierra conocida, hasta caída la noche, para “cazar”. Pero a pesar que siempre volvía con las manos vacías estaba siempre contenta. Sin faltar uno, cada día caminaba hasta donde se desdibuja el horizonte, con el brazo extendido y la palma al cielo en busca de su presa, seguía sus huellas, imaginaba sus movimientos, recreaba su trayectoria.
Los aldeanos murmuraban que iba en busca de un fantasma, que estaba emburja´a.
Sólo tras años de lucha la cazadora se encontró frente a frente con su presa. Su lucha había sido tan larga, que al final no tuvo siquiera que alzar su lanza, sus sueños se arrodillaron ante ella y ya no tuvo que luchar más. Entonces regresó a la aldea triunfante, y aunque ella era la misma, todos la veían distinta.
Emocionados le preguntaban ¿qué era aquello que finalmente había cazado y si había valido la pena perseguirlo tantos años?
-Sí, –dijo ella- yo lo llamo mi sueño

2 comentarios:

Primavera... dijo...

Fuerte, pero real, no es el único,
la realidad supera la fantacia...
a veces se confunden.

Por justa razon tu cadera tiene mi tamaño perfecto dijo...

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exito mucha luz

 

©2009 Liza Di Georgina | by TNB