Yo prometí que te cuidaría siempre,
que estaríamos juntos,
que nos amaríamos toda la vida.
Pero mis brazos no fueron suficientes
para contener tu vida,
y un día nos alejamos sin más,
abandonandolo todo
abandonandonos al abandono.
Uno nunca sabe que tanto ama a alguien
hasta que es demasiado tarde,
ambos lo sabemos.
Y así,
en silencio,
en un suspiro amargo
todas las promesas que no cumplimos
dolerán por siempre.
martes, 22 de septiembre de 2009
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